El arte del diablo 3 o también llamada, Long khong 2, y Art of the Devil 3. Una película que habla de la venganza como tema principal y del sadismo como contexto. El Arte del Diablo 3, un terror lleno de suspenso, en medio de la selva y alrededor de la sal.
Es historia de horror que trata de una familia muy unida, que vive en una salinera. A su vida llega una institutriz, de la que se enamora el padre y a quien quiere como su segunda esposa, pero para ello debe de morir la primera…
Habla de la magia negra tailandesa, la cual es la que envuelve a todos los personajes y por la que se utiliza un mensaje muy recurrente en la película de que “todo el mal que hagas con la magia negra, se te regresara por toda tu vida”.
El vudú, llevado a la imagen literal del sufrimiento, el karma como esa energía justa, la deslealtad como la carga de una familia, son las premisas de una cinta que en ocasiones se hace larga.
El cine tailandés mostrado es su máxima expresión como cine gore con locaciones pantanosas, espectros andantes y justicieros. Lo bueno es que no es otra típica película de terror asiática, con fantasmas de movimientos trémulos, la historia es más bien de espíritus con historias argumentadas, que te llevan de la mano para lograr pequeños sustos durante los 90 minutos que dura este largometraje.
Invocando los mismos recursos que en la primera, con ambientes obscuros y húmedos, flasbacks para responder a los porques, y un final que para muchos cinéfilos necesitara una explicación.
País: Tailandia
Director: Pasith Buranajan
Genero: Terror / Gore
Duración: 81 Minutos
Audio: Tailandés
Subtítulos: Español
jueves, 2 de abril de 2009
Contando Poesía
El aire libre tu esencia, frágil otoño donde se filtran los sueños... Jade Castellanos leyendo su poesía en voz alta.
La poeta Jade Castellanos el día de ayer, recitó algunos de sus poemas y cuentos, entre ellos: Decir Adiós, Vibrafonía, Maternidad, Canto a la Dualidad, y Ángelus.
En una sala de La Casa del Poeta casi vacía, y con la ausencia de Cesar Arístides. Pero con palabras reflexivamente tentadoras, imaginando el amor, la soledad y lo lamentos que cada uno de sus poemas versan.
“Mi primer poema lo escribí a los once años, un poema sobre mi familia. A mis papás les causó mucha risa, me dijeron dedícate a otra cosa, pero yo seguí en lo mío, no planeaba publicarlo, solo escribía lo que me nacía”.
La carrera profesional de la poeta inició a los 18 años, cuando formó una editorial pequeña con algunos amigos, ahí empezó a publicarlo, “después poco a poco se fueron ensartando presentaciones, otro libro, la carrera, y todo se armó en torno a eso. Y luego dije ya no puedo vivir sin escribir”.
“Mis temas preferidos, son el erotismo, lo indígena y lo místico. El poema de Decir Adiós, lo escribí para un bebé que perdí, este fue el arranque de dolor máximo que he tenido en mi vida. Yo creo que por ello es el poema que más les llega a las personas” comentó Jade para N22.
Y agregó “Al escribir los cuentos, yo me divertía mucho, me reía mucho, y estaba totalmente feliz, estos cuentos son los más populares entre los jóvenes. Pero creo que mis mejores poemas han sido creados, cuando estoy triste”.
“Lo más difícil de escribir es llegar a la gente, el poder de convocatoria, el interés de las instituciones o empresas por abrir espacios. Porque lo que uno quiere es que te lean, que la gente sienta lo que tu sentiste al escribirlo”.
Jade nació en la Ciudad de México. Tiene estudios de Lengua y Literatura Inglesa en la UNAM y fue becaria del Diplomado en Creación Literaria en Casa Lamm, institución que publicó parte de su obra narrativa en la edición colectiva Cuentos y Encuentros. Es Licenciada en Ciencias Humanas por el Centro Universitario de Integración Humanística (CUIH), Ha publicado El Arte de lo Efímero, Luz Anual, El Vértigo del Colibrí, Diente de León, Riscorso, Verano Vorágine. De locas por la gran Ciudad.
La poeta Jade Castellanos el día de ayer, recitó algunos de sus poemas y cuentos, entre ellos: Decir Adiós, Vibrafonía, Maternidad, Canto a la Dualidad, y Ángelus.
En una sala de La Casa del Poeta casi vacía, y con la ausencia de Cesar Arístides. Pero con palabras reflexivamente tentadoras, imaginando el amor, la soledad y lo lamentos que cada uno de sus poemas versan.
“Mi primer poema lo escribí a los once años, un poema sobre mi familia. A mis papás les causó mucha risa, me dijeron dedícate a otra cosa, pero yo seguí en lo mío, no planeaba publicarlo, solo escribía lo que me nacía”.
La carrera profesional de la poeta inició a los 18 años, cuando formó una editorial pequeña con algunos amigos, ahí empezó a publicarlo, “después poco a poco se fueron ensartando presentaciones, otro libro, la carrera, y todo se armó en torno a eso. Y luego dije ya no puedo vivir sin escribir”.
“Mis temas preferidos, son el erotismo, lo indígena y lo místico. El poema de Decir Adiós, lo escribí para un bebé que perdí, este fue el arranque de dolor máximo que he tenido en mi vida. Yo creo que por ello es el poema que más les llega a las personas” comentó Jade para N22.
Y agregó “Al escribir los cuentos, yo me divertía mucho, me reía mucho, y estaba totalmente feliz, estos cuentos son los más populares entre los jóvenes. Pero creo que mis mejores poemas han sido creados, cuando estoy triste”.
“Lo más difícil de escribir es llegar a la gente, el poder de convocatoria, el interés de las instituciones o empresas por abrir espacios. Porque lo que uno quiere es que te lean, que la gente sienta lo que tu sentiste al escribirlo”.
Jade nació en la Ciudad de México. Tiene estudios de Lengua y Literatura Inglesa en la UNAM y fue becaria del Diplomado en Creación Literaria en Casa Lamm, institución que publicó parte de su obra narrativa en la edición colectiva Cuentos y Encuentros. Es Licenciada en Ciencias Humanas por el Centro Universitario de Integración Humanística (CUIH), Ha publicado El Arte de lo Efímero, Luz Anual, El Vértigo del Colibrí, Diente de León, Riscorso, Verano Vorágine. De locas por la gran Ciudad.
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